En el vestíbulo del Centro Cultural Universitario de la UACJ, donde el murmullo académico se mezcla con la emoción de un foro dedicado a las voces migrantes, una exposición se convierte en un susurro poderoso: Caminos Imaginarios, del maestro Carlos Villanueva Serrano.
La muestra, integrada en el contexto del Foro Nacional México, los migrantes en el siglo XXI; Voces que cruzan fronteras, no sólo presenta obras, sino fragmentos de vida.
Villanueva Serrano. diseñador, ingeniero y maestro en diseño y desarrollo de productos, egresado del Instituto de Arquitectura, Diseño y Arte de la UACJ, ha dedicado esta exposición al tema del desplazamiento humano, un fenómeno que para muchos significa caminar hacia lo desconocido.
“Los migrantes transitan hacia lugares que no conocen. A veces sólo tienen referencias de lo que han visto en la televisión. No saben qué clima enfrentarán, cómo será la gente que encontrarán”, explica el artista, con la sensibilidad de quien no observa desde la distancia, sino desde la empatía viva.
El contacto con la realidad migrante no es una idea abstracta para Villanueva. En sus recorridos en bicicleta por el bordo del Río Bravo, ha conversado directamente con migrantes, les ha ofrecido ayuda, indicaciones para llegar a los puentes internacionales o simplemente ha compartido un momento de humanidad en medio de la incertidumbre.
“Me ha tocado verlos, hablar con ellos… preguntarles sobre su trayecto, sobre sus dudas. Me conmueve verlos batallando en condiciones tan difíciles y, aún así, recibir el juicio de otros. Esa repelencia se siente, se ve”.
Carlos no sólo se solidariza como observador: también es migrante. Desde niño, sus padres lo trajeron desde Sonora a Ciudad Juárez en busca de una mejor vida, una experiencia que, aunque distinta, le permitió entender en carne propia lo que significa dejar atrás un hogar en busca de un futuro incierto.
Caminos Imaginarios no es sólo una exposición de arte. Es un puente sensorial hacia esas travesías anónimas y silenciosas que cruzan ríos, desiertos y ciudades. Una invitación a ver, sentir y recordar que detrás de cada migrante hay un ser humano que, como todos, busca un lugar para vivir con dignidad.
