Procedente de la 4.ª sala Civil del Tribunal Superior de Justicia del estado de Chihuahua, el magistrado José Humberto Rodela García encabezó la plática inaugural del semestre de Derecho, titulada “La judicatura como oportunidad laboral para los estudiantes de Derecho”.
Previo a su encuentro con los alumnos, adelantó que su ponencia quizá iba a resultar “un poco halagüeña” para los presentes, debido a lo complicado que podría resultar para los egresados de Derecho las oportunidades que pudieran encontrar dentro del Poder Judicial.
Sin embargo y de acuerdo con su propia experiencia, tenía algunas sugerencias bajo la manga que podrían ayudar bastante para que los interesados se vayan incorporando a este esquema de trabajo.
“La cuestión con el Poder Judicial del Estado es que hasta este punto en el que estamos no se ha logrado desarrollar un estatuto de carrera, o sea, un mecanismo de ingreso y un reglamento o un estatuto de escalafón como sucede, por ejemplo, en el Poder Judicial Federal, donde hay exámenes de admisión para que entren a la primera línea, como escribientes”.
Para ello, dijo, una práctica tradicional es que los egresados busquen la oportunidad de entrar a un juzgado como meritorios o prestadores de servicio social para ir aprendiendo y, a su vez, estar dentro de la estructura. Así, al darse una oportunidad, que el juez para el que están prestando su servicio los tome en cuenta.
“A veces los muchachos se desesperan porque entran como meritorios o como escribientes, pasa mucho tiempo y no se da alguna oportunidad de ascenso. Yo les aconsejaría que no se desesperen, porque esto es parte de una formación, o sea que aprovechen la oportunidad de estar adentro de un juzgado para aprender todo el manejo y sobre todo para compaginar lo que aprenden en la escuela con la práctica”.
Nos comparte que, en su caso, para entrar a las filas laborales del Tribunal Superior de Justicia del estado de Chihuahua, también tuvo que esperar varios años litigando.
“Después de eso, el magistrado Samuel René López Parra me invitó para que entrara como secretario proyectista, más adelante se abrió un nuevo juzgado, participé en el concurso y me quedé como juez. Posteriormente hubo una vacante para una sala civil, participé en el concurso y pues me quedé como magistrado y es en donde estoy hasta la fecha”.
Para culminar la entrevista, invitó a los jóvenes estudiantes de Derecho a que se preparen mucho y que lo hagan con pasión.
“Esta carrera es para apasionarse de ella y la judicatura es una de las formas más nobles de impartir la abogacía. ¿Por qué?, pues porque nos toca juzgar y juzgar a nuestros pares es una labor, digo, si no es la más difícil del mundo, pues anda muy cerquita de serlo”.