Durante un evento muy familiar, colmado de nostalgia y emociones, fue reinaugurado el Centro Acuático Universitario (CAU), luego de permanecer cerrado casi diez meses por motivos de remodelación.
La ceremonia se realizó el 25 de septiembre en las inmediaciones del colosal depósito de agua y en el que, como parte de las actividades, fueron invitados a “romper el agua” alumnos y usuarios que vieron el nacimiento y desarrollo de este recinto.
Más de 26 millones de pesos fue el costo que se le destinó a la remodelación total de este recinto.
Reemplazo completo del techo y de la estructura del recinto, y remodelación de vestidores, baños y áreas de servicio, así como de la alberca olímpica fueron los trabajos principales que se hicieron en el Centro Acuático Universitario en un periodo de 10 meses
Durante su discurso, el maestro Juan Ignacio Camargo Nassar, rector de la Universidad, agradeció la labor de las manos encargadas de remodelar este complejo y a quienes han estado detrás de su funcionamiento a lo largo de 30 años, como ha sido el caso de la jefa de función del Centro Acuático Universitario, la maestra Dolores Florencia, mejor conocida como “Lolita”, a quien se le otorgó un reconocimiento.
“Este es un acto de especial significado porque es la continuación de uno de nuestros objetivos; el mejoramiento de los espacios que son necesarios para la formación de excelencia de nuestros alumnos, personal académico y administrativo y que con ello podemos establecer mejores condiciones de bienestar para la comunidad universitaria y en este caso en particular, para la comunidad juarense”.
Al acto inaugural también asistieron exalumnos del Centro Acuático Universitario.
Asistieron a esta reinauguración, además de usuarios y público en general, las autoridades universitarias, como los directores de cada instituto.
El surgimiento del Centro Acuático Universitario
El 6 de septiembre de 1993 abrió sus puertas a la comunidad universitaria y fronteriza el Centro Acuático Universitario (CAU), un espacio que albergaría la primera y única alberca olímpica y fosa de clavados del norte del estado y sur de Texas.
Desde entonces, este recinto se ha convertido en un semillero y hacedor de talentos, así como en una nueva alternativa para hacer deporte incluyente y en una apuesta para el esparcimiento familiar.
La maestra Lolita Gómez, actual responsable de este complejo, contó que, desde su apertura en 1993, el Centro logró una matrícula de 300 usuarios y para 1994 fue sede del Primer Nacional de Natación Federado y Universitario en conjunto.
“Empezó a buscarnos mucho la Federación Mexicana de Natación; se logró un nacional en polo acuático, en nado sincronizado y natación. De ahí, pues ya empezamos con lo que fue la CanaMex (Canadá, América y México), Gran Prix; tuvimos el honor de estar seis años ahí, de recibir a las más grandes glorias del mundo”.
Al Centro Acuático Universitario, con una piscina de 50 metros de largo por 21 de ancho y dos metros de profundidad y una extensión de ocho carriles, se le suma el gimnasio de alto rendimiento que se logró gracias a los CanaMex.
La estadística indica que han pasado por el Centro Acuático Universitario 75 mil usuarios y que tan solo en 2022 se inscribieron mil 500.
A lo largo de 30 años, el CAU ha tenido que cerrar dos veces; primero por los efectos de la pandemia por Covid-19, que paralizó sus actividades dos años; del 13 de marzo de 2020 al 11 de marzo del 2022 y, segundo, por motivos de remodelación.