Como parte de la XII entrega de la Fiesta de los libros en su edición 2024, este día tocó el turno al escritor toluquense Alberto Chimal, quien expuso un tema que denominó “La imaginación como un acto de rebeldía”.
Durante su charla, que dio inicio en punto de las 19:00 horas en la sala inmersiva del Centro Cultural de las Fronteras (CCF), Chimal dio un recorrido de su vida académica y profesional.
Mencionó que el trabajo de todo escritor está muy vinculado al uso de la imaginación, sobre todo en narraciones de corte fantástico o de lo extraño, lo que lleva al lector a viajar por diversos escenarios, hasta plantearse de otra manera la vida real.
“En muchas ocasiones, a lo largo de la historia del mundo, pero particularmente de México, pareciera que aprendemos sobre todo de la resignación, a aceptar las cosas como son y no de pensar en que puedan cambiar”.
¿Qué imaginas cuando vas a empezar a escribir?
“Pues cuando uno escribe una obra narrativa, que es mi especialidad como un cuento, una novela, un guión de cine, pues uno tiene que estar constantemente figurándose esas acciones, esos personajes, esos entornos que no existen necesariamente en la vida real, incluso si uno está contando una historia con acontecimientos realistas, pues uno sabe que tal personaje en realidad no existe; puede actuar como actúan usualmente los seres humanos, pero no está en ningún lado”.
Comenta que cuando uno lee un texto o ve una imagen en la pantalla, se va construyendo en la imaginación una idea particular de cómo es el personaje, a lo que considera un acto de la imaginación, tanto de quien crea las historias como de quien las ve, las lee o las juega.
¿Algún personaje que haya salido de tu imaginación y que te haya impactado o dejado un aprendizaje?
“Tengo un personaje de un cuento que publiqué hace muchos años, cuyo personaje se llama Roberto, no tiene apellido, está en un cuento en el que su sobrina, que es una niña, puede visitar una especie de mundo paralelo distinto al nuestro. El cuento se llama Se ha perdido una niña”.
Ese fue uno de los primeros cuentos míos que obtuvo premios, que dio una posibilidad de reconocimiento a mi trabajo, además de que el cuento en sí me da muchas satisfacciones, yo siempre he pensado que ese personaje es un poco como un ejemplo para mí, de cómo nos encontramos habitualmente los seres humanos ante lo extraordinario, lo inusitado que es simplemente el despiste total, la incomprensión, la incapacidad de realmente ponernos a la altura de las circunstancias y entender lo que ocurre a nuestro alrededor”.
Ante ello, repara en que no todo personaje debería ser ese héroe de acción, violento, que surge de la imaginación fantástica.
“Roberto es una persona normal que a la hora de que se encuentra con lo que no puede entender, pues sigue sin poder entenderlo. Y yo creo que en eso nos parecemos mucho todos los seres humanos, que rara vez vamos a estar a la altura de las circunstancias y ese es un fenómeno que a mí me ha llamado mucho la atención”.
¿Por qué imaginar es un acto de rebeldía?
Alberto Chimal responde que la imaginación es un acto de rebeldía, sobre todo en una cultura como la mexicana, que sigue siendo tradicional, conservadora.
“En muchos casos, cuando aprendemos a no hacerle frente a la circunstancias, nada más a dejarnos llevar, pues estamos colaborando con el mantenimiento de una situación, de un sistema, de un estado de cosas que a lo mejor no es el mejor para todo el mundo, entonces imaginarnos algo distinto es rebelarnos contra ese estado de cosas y a veces hace falta”.
De Ciudad Juárez, una urbe que ya ha visitado en diversas ocasiones, dice sentir bastante cariño y empatía.
“A mí me gusta mucho venir, la gente es muy amable, siempre me han tratado muy bien y me encanta ver cómo se transforma esta ciudad con los años”.
¿Te inspirará para escribir algo sobre nuestra frontera?
“Te garantizo que sí”.