La bioética, una disciplina que con frecuencia se debate en aulas, foros académicos o tratados especializados, encontró una nueva forma de expresión este 21 de mayo: a través del lente y la sensibilidad de futuros ingenieros e ingenieras biomédicos.
La Plaza de la Fraternidad del Instituto de Ingeniería y Tecnología (IIT) de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ) se transformó durante dos horas en una galería abierta donde las imágenes cuestionaron, denunciaron y reflexionaron sobre los límites de la ciencia.
Bajo el título Ética para ingenieras (os) biomédicos, la exposición fue organizada por estudiantes de nivel avanzado de la materia de Bioética, guiados por la Mtra. Graciela Larrea Larrosa, quien destacó que esta fue la primera vez que el grupo expresa lo aprendido a través de una muestra artística.
“El objetivo fue que los alumnos mostraran, desde su mirada personal, qué entendieron de los principios bioéticos, los dilemas que enfrentan hoy y los que enfrentarán como profesionistas. Representaron temas que van desde la ética ecológica hasta la experimentación con humanos, pasando por el diseño de prótesis, el consentimiento informado y los desafíos sociales del VIH”, explicó la docente.
Algunos estudiantes salieron a campo, otros se personificaron para crear puestas en escena fotográficas, pero todos buscaron plantear preguntas esenciales: ¿Dónde están los límites de la ciencia? ¿Hasta dónde podemos intervenir la vida, la salud y la naturaleza?
Algunas de las imágenes que incomodan, informan y despiertan conciencia. Entrevistamos a algunos de los participantes.

Naturalmente artificial
Por Arlette Carrillo y Francisco Carreón
Una manzana siendo inyectada es la metáfora visual de esta obra.
“Cuestionamos hasta qué punto es ético modificar genéticamente los alimentos. ¿Es justo intervenir lo que la naturaleza hace por sí sola?”, plantea Francisco.
El dúo busca generar conciencia sobre los alimentos transgénicos y los dilemas éticos de la biotecnología alimentaria.

Facilidad de una prueba
Por Kaleb Reza Leyva y Ana María García Castro
Un collage sobre el acceso al diagnóstico de VIH en Ciudad Juárez.
“Quise destacar lo éticamente biomédico en la prevención del VIH. Me puse en el centro de la imagen, sonriendo, para demostrar que hacerse una prueba no debe dar miedo, sino empoderar”, dijo Kaleb.
Su obra denuncia el estigma, informa sobre el acceso a pruebas rápidas en los Centros Ambulatorios para la Prevención y Atención en Sida e Infecciones de Transmisión Sexual (CAPASITS) y aborda el papel de la bioética en el consentimiento informado.

La espera de la vida
Por Luis Alberto Salcido Luján y Cynthia Luna Monzón
Una sala de espera hospitalaria repleta de niños y personas mayores, en una imagen poderosa.
“Quise mostrar cómo se entrelazan el inicio y el fin de la vida. Pero también denunciar lo antiético de tener que esperar horas por atención médica que debería ser oportuna”, explicó Luis Alberto.

El peso de la conciencia científica
Por Jorge García Antúnez
Inspirado en los horrores de la experimentación humana durante el régimen nazi, esta imagen recrea a un científico con una cabeza humana en sus manos.
“La ciencia debe tener límites. Esta fotografía representa el deber de la conciencia científica. Hoy se requiere consentimiento informado, pero no siempre fue así, y aún hay riesgos de abuso”, afirmó Jorge.
Al final del recorrido, la Mtra. Larrea reflexionó sobre la profundidad con la que sus estudiantes abordaron temas complejos y sensibles:
“Estudiaron casos reales de violaciones éticas, muchos surgidos durante y después de la Segunda Guerra Mundial. Comprendieron que su papel como futuros biomédicos no es solo técnico, sino profundamente humano”.
