Ante la cuarentena y el aislamiento generados por la pandemia del COVID-19 en nuestra localidad, la comunidad artística de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ) se movilizó y enarboló tres palabras clave que, hasta la fecha, acompaña todas sus actividades en línea: creatividad, adaptación y flexibilidad.
Con decisión y entrega, los Grupos Representativos de nuestra institución tomaron las redes sociales para mantenerse en contacto con la comunidad que los sigue y apoya, publicando una serie de trabajos y audiovisuales – tanto en vivo como diferidas – de presentaciones musicales, tutoriales de danza, mini documentales, charlas didácticas, obras de teatro y montajes de ballet, entre muchas otras.
Tomás Contreras, subdirector de Producción Cultural, en entrevista – vía telefónica – comentó sentirse muy satisfecho con el trabajo de la comunidad artística UACJ: “La tecnología es accesible, no dejamos de trabajar a pesar de mantenernos en resguardo. Desde antes que se diera la orden de quedarnos en casa, ya teníamos en mente lanzar el proyecto de Cultura en Red. Cuando comenzó la Jornada Nacional de Sana Distancia, lo lanzamos e iniciamos con todo el trabajo”.
El maestro Contreras agregó que los grupos artísticos generaron proyectos de diversa índole, para publicarse de forma abierta a través del perfil de Facebook de la subdirección. Con el uso de la tecnología integrada en los smartphones, tabletas y computadoras, los artistas universitarios echaron a andar su imaginación y diseñaron una serie de producciones que, de inmediato, fueron compartidas, tanto por sus seguidores como por los nuevos públicos a los que alcanzaron a llegar gracias a las redes sociales.
“Vamos a continuar con el trabajo, experimentamos con otras aplicaciones y programas para que el público pueda acceder online a presentaciones y productos audiovisuales. El trabajo hecho hasta el momento nos deja una gran experiencia pues exige adaptarnos a las circunstancias, para llegar a más público y no dejar de producir”, finalizó Contreras.
De la experiencia “en vivo” a la creatividad digital
Los miembros de la comunidad artística universitaria tuvieron ante sí el reto de sortear los obstáculos que significaba quedarse en sus hogares, sin permitir que ello mermara el trabajo y la responsabilidad que tienen para con sus públicos.
Para Germán de la O, director artístico y bajista del grupo Origen Norteño, representó un momento especial para el proyecto que dirige pues comenzaron a fluir ideas con el fin de hacer algo creativo: “A partir del 16 de marzo, en cuanto se nos indicó quedarnos y resguardarnos en casa, pensamos qué podíamos hacer al respecto con el equipo y la infraestructura con la que contamos como músicos. Una semana después tuvimos concreto realizar un mini documental sobre Origen Norteño”.
Mini Docu 40 Norte, el material producido por la agrupación y publicado en el perfil Facebook de la Subdirección de Producción Cultural, tiene hasta el momento más de mil doscientas reproducciones. Para Germán era importante producir algo diferente, que fuera más allá de un simple audiovisual sobre el grupo: “Observé la dinámica de otros artistas, que producen materiales sencillos, pero con un enfoque específico, más allá del mero entretenimiento. Se nos ocurrió hacer algo diferente, que hablara de nuestra formación como grupo, pero también del género. Cada uno de nosotros interviene y habla sobre los orígenes de este tipo de música. Es como un tutorial desde lo académico”.
El joven músico agregó que les ha costado un poco de trabajo mantener a raya la necesidad de reunirse como agrupación y montar canciones durante un ensayo: “Ha sido muy difícil. Por ejemplo, el mini documental no reemplaza la experiencia en vivo que tenemos con nuestro público, nos separa una pantalla. Y como grupo no podemos ensayar vía streaming. Sin embargo, nos hemos unido más, nuestra comunicación es mayor y practicamos mucho en nuestras casas. También nos damos cuenta que, como estudiantes de producción musical, la experiencia nos deja mucho conocimiento, nos traerá cosas muy buenas pues seremos capaces de producir de forma creativa, de adaptarnos y ser muy flexibles”.
Al preguntarle a Germán sobre aquello que la agrupación hará en cuanto tengan oportunidad de reunirse, respondió sin chistar: “Tocar…nos urge tocar y ensayar. Es algo esencial en nosotros los músicos. Eso es lo primero que haremos”.
Adaptarse y ser flexibles ante la crisis
Si para Origen Norteño (integrado por 7 miembros) es difícil el proceso, para la Rondalla Universitaria Amantes del Recuerdo (con 14 integrantes) resulta mucho más complejo. Sin embargo, la crisis ha sido para los dobles campeones nacionales una magnífica oportunidad para utilizar a su favor el mundo digital, con miras a llegar a nuevos públicos e invitarlos a formar parte de la experiencia musical que ofrece el género de la rondalla.
Luis Gutiérrez, director de Amantes del Recuerdo y docente universitario, comenta que no esperaba que la situación llegara a ser tan extrema, pero que la forma de trabajar de la agrupación les permitió adaptarse: “Nosotros tenemos un ritmo de trabajo que va de más a menos. Esto es, que nuestra temporada la comenzamos con mucho trabajo y proyectos, y conforme avanza el semestre el ritmo baja, pues tomamos en consideración que los muchachos deben rendir para sus exámenes y trabajos finales de semestre”.
Gutiérrez entiende a la perfección la prioridad de los jóvenes músicos que dirige: enforcarse en sus estudios, sacar adelante su promedio, obtener calificaciones aprobatorias: “Sí, necesitamos ensayar, la experiencia de montar piezas durante un ensayo es algo básico para un músico. Pero con la situación yo les pedí que se tomaran las cosas con calma y se enfocaran en sus estudios. Después vimos difícil armar un live stream con todos los integrantes, no contamos con la infraestructura ni el equipo cada integrante para hacerlo. Los chicos son estudiantes de carreras muy diversas, entienden la música, pero no conocen de producción”.
Sin embargo, este escollo resultó en algo positivo para los Amantes del Recuerdo, según su director: “Se me ocurrió entonces pensar desde lo didáctico y transmitimos una charla en vivo para hablar sobre el trabajo de un director artístico de rondalla. Pasó entonces que personas de otras partes del país interactuaron conmigo, que ya tenían conocimiento del trabajo de Amantes y eso nos llenó de mucho orgullo. Otra cosa que observamos es la posibilidad de llegar a otro tipo de público, a uno más joven, que puede estar interesado en el género, pero que no sabe mucho acerca de él”.
El siguiente paso de Gutiérrez fue solicitar al resto de los chicos considerar la realización de una charla tutorial, para despertar el interés de los jóvenes en la música de rondalla y al mismo tiempo pudieran ofrecer información didáctica acerca del instrumento que tocan: “Los muchachos ya se encuentran planeando sus charlas. Miguel Ángel Briseño, requintista, ya tuvo oportunidad de realizar la suya. Nos dimos cuenta entonces de la importancia de adaptarnos, reflexionamos mucho sobre lo que ocurre y entendimos que es el momento de producir material y documentar lo que hacemos”.
Amantes del Recuerdo y su director Gutiérrez no comen ansias, pero sí tienen la necesidad de reencontrarse pronto y platicar a conciencia sobre plan futuros: “No hemos hablado mucho al respecto. Pero cuando haya oportunidad de juntarnos otra vez, haremos lo que siempre hemos hecho y es convivir de forma sana, sentarnos todos juntos y decidir qué sigue para Amantes”.
“Volver y ser mejores unos con otros”
Otra muestra de trabajo constante y de entrega al público fronterizo es el que realizan los músicos jazz de la UACJ. Con años de trabajo, formación constante y disciplina académica, las agrupaciones universitarias del género montaron el proyecto audiovisual Jazz en minuto dentro del programa Abril es mes del Jazz, que la comunidad pudo disfrutar desde la red social de Producción Cultural.
Y detrás de esos 60 segundos de duración, hubo un enorme esfuerzo y trabajo en equipo. Así lo detalló Iván López, músico contrabajista, académico y director del Ensamble Universitario de Jazz, que en conjunto con Karlo Mireles, Juan Leal, Fortunato Pérez, Benjamín García, Eliú Calzada, Fabián Huerta y Juan García, vaciaron todas sus ideas y trabajaron arduamente para lograr materiales de calidad que pudieran disfrutar todos desde casa.
“Lo primero a lo que nos enfrentamos fueron nuestras limitaciones en cuanto al conocimiento y uso de softwares para producir algo que fuera para las redes. Eso lo resolvimos en días, cuando en tiempos normales nos llevaría meses. Y fue una llamada de atención para nosotros como músicos pues nos dimos cuenta que hay una necesidad imperante de profesionalizarse”, dijo López al respecto para luego hacer hincapié en la necesidad de trabajar de forma creativa, adaptándose y siendo flexible ante las circunstancias.
Pero será en lo creativo donde Iván cree que los frutos serán mayores: “Para todos los grupos artísticos de la UACJ es un momento de creatividad única. Estar en casa nos da la oportunidad de introyectar, de pensar en nuestros proyectos, dar rienda suelta a la imaginación y crear, componer, escuchar música, considerar el potencial que tenemos para producir grandes cosas. Para los músicos universitarios es una gran prueba, es generar conciencia profesional. Saber que lo que haces es de gran importancia, repensarse y ver más allá de los géneros. No verse solamente como el músico de un género, sino pensar en la versatilidad”.
Diez a doce videos semanales fueron los que Iván y sus compañeros llegaron a producir para Jazz en un minuto. Error y prueba, aprendizaje y conocimiento del potencial, dice el contrabajista: “Fue mucho el material que hicimos, no todo se publicó por supuesto, pero creo que fue un buen trabajo. Sin embargo, nos dimos cuenta que podemos mejorar a partir de conocer lo que nos limita, sea falta de equipo o de conocimiento. Queremos ahora realizar algo didáctico, buscar llegar a otros públicos para que conozcan la esencia del jazz”.
La charla – telefónica – con López concluyó con un mensaje positivo de su parte: “No hablamos sobre lo que vamos a hacer como músicos y colaboradores cuando termine esta situación. En todo caso mi deseo y propósito es que, cuando nos volvamos a ver, nos ofrezcamos a todos como mejores personas. Volver y ser mejores unos con otros, con nuestra familia, amigos, compañeros de trabajo, colegas músicos, como miembros de la comunidad UACJ. Seguir activos, con la mejor disposición, estar pendiente de lo que podemos hacer por toda nuestra gente”.