El especialista en Trabajo Social Penitenciario, Esteban Buch, afirmó en una conferencia ofrecida desde España, que son varios los factores que obstaculizan el objetivo de los trabajadores sociales que laboran en la reinserción social de las personas que han sido privadas de su libertad por haber cometido un delito.
Dijo también que es un grave error desatender a los internos que han obtenido su libertad, ya que el hecho de haber permanecido por largo tiempo presos los ha hecho muy dependientes y carentes de capacidades de adaptación a la vida social.
Esteban Buch, quien en los próximos meses habrá de obtener el título de doctor en Trabajo Social por la Universidad Complutense de Madrid, participó en las actividades organizadas por la Sociedad Estudiantil de Trabajo Social de la UACJ con motivo del Día del Trabajo Social que se celebra el 21 de agosto.
La conferencia se transmitió a través de la red social Facebook y tuvo acceso libre a todo público.
Buch realizó la investigación para su tesis doctoral en el Cereso número 3 de Ciudad Juárez y ha colaborado con Ficosec, lo que le permite conocer la realidad que se vive en el ámbito penitenciario tanto en su país de origen como en esta frontera.
Dijo que entre los factores que obstaculizan la reinserción social de las personas que han sido privadas de su libertad por cometer algún delito es la estigmatización que existe en torno a la prisión y a los presos.
En su conferencia señaló que tanto México como España son países muy punitivos, se castiga con prisión todo tipo de delitos, aunque hay algunos que podrían ser sancionados por la vía administrativa, y eso provoca que las cárceles estén sobrepobladas.
Esta sobrepoblación rebasa la capacidad de los trabajadores sociales que no pueden realizar una intervención personalizada, dijo y agregó que en el Cereso número 3, en donde realizó su investigación, había 3 mil internos y solo tres trabajadores sociales.
Dijo también el especialista que no hay la suficiente infraestructura administrativa para que los trabajadores sociales puedan trabajar en la reinserción social de los internos.
Además, señaló que es un grave error no atender a los internos que han obtenido su liberación y aunque no se puede obligar a los ex reos a que sigan un tratamiento, se les debe concientizar para que reciban ayuda en su reincorporación en la vida social.
Ellos, debido a su estancia en prisión, se vuelven dependientes y han perdido la capacidad de adaptación, de cocinar para ellos mismos, de su capacidad para buscar un empleo, a lo que se debe agregar el estigma que cargan por haber estado en una cárcel, lo que provoca que su regreso a la libertad sea estresante.