Todo ser humano ha experimentado alguna pérdida que ha dejado una huella que llega a trastocar muchos aspectos de la vida, y su forma de vivirla, pero ahora sin esa persona u objeto que sentían les pertenecía.
En su conferencia Reconociendo mis Pérdidas, la maestra María Álvarez Pereyra explicó a fondo todo lo que el término pérdida puede llegar a representar en una persona, y el impacto que le puede generar mental, física y emocionalmente si no trata en sobrellevarla adecuadamente.
“Desde la psicología, la pérdida es aquello que experimentamos ante la falta o ausencia de alguien más, en función de otro o respecto a algo, y aclara que para decir que perdimos algo primero hay que tenerlo, ya sea de forma física o simbólicamente”, explicó la maestra Álvarez.
Debido a que la mente del ser humano es capaz de darle significado a cada aspecto que forma su realidad, ya sea a la familia, trabajo, matrimonio, hijos, amigos, etcétera, cuando se sufre una pérdida, la realidad de esa persona sufre una alteración que lo lleva a sentirse sin ese objeto y con una sensación de vacío.
“Un vacío se siente físicamente, hay una sensación de que algo falta, y también se representa un vacío emocional, ya que es importante considerar que una pérdida es algo que resta a mi vida”.
La ponente añadió que existen diferentes tipos de pérdidas, la cuales tienen un peso diferente dependiendo del significado que tengan en la vida de cada persona.
Las emocionales y relacionales hablan de problemas de salud, la pérdida de una mascota muy querida, el proceso de jubilación, asociada al sentimiento de inutilidad, la pérdida de un trabajo, el divorcio o la ruptura de un noviazgo son aspectos de la vida que pueden afectar emocionalmente.
Sin embargo, a pesar de los otros factores de pérdida que pueden impactar en la vida de las personas, las pérdidas humanas son consideradas, aseguró Álvarez, como un impacto importante en la vida de cualquiera, pues “cuando perdemos a un ser querido es muy complicado elaborar un proceso de duelo, el cual incrementa según el vinculo que teníamos con esa persona que ya no está con nosotros”.
La ponente aclaró que es importante trabajar cada pérdida que se tenga, pues si se van almacenando y acumulando podrían resultar muy dañinas para aquellos que no lo reconocieron, no lo hablaron y, mucho menos, no lo externaron.
“Hay que darse el tiempo para reconocer todo lo que has perdido, porque eso te va a permitir ver todo aquello que has ganado. Es una lección de vida, es un aprendizaje, pero solo lo podremos ver de esa manera cuando podamos resolver esas pérdidas”.