El sonido del bat contra la pelota y la adrenalina de cada jugada han acompañado desde niño a Carlos Emiliano Pereyra Ortiz, joven originario de Nuevo Casas Grandes, Chihuahua, que este semestre agosto–diciembre de 2025 se suma al roster de los Indios y al Programa de la Licenciatura en Terapia Física y Rehabilitación del Instituto de Ciencias Biomédicas (ICB) de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ).
Su llegada no solo simboliza un refuerzo para el equipo universitario, sino, también, es una muestra de cómo la pasión puede guiar una carrera deportiva y académica.
Con apenas 18 años, Pereyra Ortiz ya sabe lo que significa vestir una de las casacas más emblemáticas del béisbol mexicano: la de los Diablos Rojos del México. Durante su paso por esta organización profesional, vivió de cerca la exigencia del alto rendimiento y la disciplina que demanda el máximo nivel, compartiendo su historia, sus aprendizajes y sus metas.
¿Cómo recuerdas tus primeros pasos en el béisbol y qué fue lo que te enganchó definitivamente a este deporte?
“Mis primeros pasos fueron con mis papás que me llevaron desde los cuatro años a jugar béisbol, y lo que más me enganchó fue que, pues, mi familia, mis primos, mi hermano jugaban béisbol. Por lo local, eso fue lo principal”.
Muchos jóvenes sueñan con llegar al profesionalismo, y tú tuviste la oportunidad de vestir la franela de los Diablos Rojos del México. ¿Qué significó para ti jugar en uno de los equipos más emblemáticos de la Liga Mexicana de Béisbol?
“Es un sentimiento muy significativo desde que se fijan en ti, el que ya te sientes que estás un paso adelante; no te quedas en el Abel, ya pasaste, ya subiste un escaloncito más y ya es diferente la emoción, el sentimiento”.
En ese tiempo con los Diablos, ¿Cuál dirías que fue tu mayor aprendizaje dentro y fuera del campo?
“El mayor aprendizaje fue el cómo te enseñan en el ámbito del cómo jugar béisbol profesional, ya que no es amateur, ya te enseñan el cómo prepararte antes de un juego, cómo ser diferente llevándote al profesionalismo, preparación física, mental y ser más sencillo dentro y fuera del diamante con la gente. El que estés adelante, no es que seas diferente; o sea, simplemente es la oportunidad que tú tienes”.
Además, lo que motivó a Carlos fue, principalmente, el nivel de competencia que existe en el ámbito universitario, donde el béisbol se vive con intensidad en cada justa que atienden.
El atleta ha tenido un buen recibimiento en la novena juarense, en la cual goza el haberse encontrado con personas muy abiertas, tanto con sus compañeros como con el cuerpo técnico, dirigido por Carlos Alfredo Lozoya Chacón.
Estos principios lo hacen sentir parte del equipo fronterizo, por lo que eso facilita mucho la adaptación y genera un ambiente en el que da gusto entrenar y contenderá ante otras casas de estudios del país.
Desde tu experiencia, ¿Qué diferencias notas entre el béisbol profesional y el universitario, en cuanto a ritmo, exigencia y ambiente?
“No noto mucha diferencia, sigue siendo lo complicado, el adaptarse, el ejercicio, las despertadas y todo está muy similar”.
Además de tu faceta como deportista, ahora eres también estudiante universitario. ¿Cómo planeas equilibrar tus estudios con la exigencia del deporte de alto rendimiento?
“Para todo hay tiempo […], el gimnasio que tenemos es en la mañana muy temprano, pues ya tus clases las vas acomodando, los horarios conforme a los profesores y de todo. De igual manera, si se te complica alguna clase o algo, el coach te entiende, te da chanza, pero pues tú tienes que ya darte tu tiempo para poder hacerlo que a lo mejor no tuviste chanza; debes de darte tus tiempos a todo”.
¿Qué objetivos personales y deportivos te has trazado en esta nueva etapa con la UACJ?
“Traer medallas de la Universiada Nacional, seguir teniendo logros aquí en la escuela y echarle muchas ganas. Tomar la decisión puede cambiar mucho las cosas, tienes que pensarlo bien; por ejemplo, si tú tomas cierta decisión en el estar tirando un picheo puede cambiar mucho el juego y es igual en la vida con un solo picheo”.
¿Tienes en mente regresar al profesionalismo en el futuro, o por ahora tu enfoque está en crecer con los Indios y en tu formación académica?
“Ahorita, si se dan las oportunidades, no hay que desaprovecharlas, si ya se llega, y se está aquí y se da la oportunidad de irse a otro lado o como sea la cosas, pues hay que tomar esa oportunidad y después seguir con la escuela”.
Finalmente, ¿qué mensaje le darías a los jóvenes que sueñan con llegar al profesionalismo en el béisbol o en cualquier otro deporte?
“Para todos hay una oportunidad, seguir trabajando y eso no se puede dejar, porque si no se pierde mucho tiempo. Pero mientras se siga trabajando para todos hay oportunidades”.
En cada respuesta, Carlos Emiliano refleja la pasión y la disciplina que lo han llevado a donde está. Su historia es la de un joven que no se conforma con los logros alcanzados, sino que busca crecer en lo académico y lo deportivo, entendiendo que el béisbol no solo se juega en el campo, sino también en la vida diaria.
Hoy, los Indios de la UACJ reciben a un jugador que trae consigo la experiencia del profesionalismo y la ilusión renovada de vestir los colores universitarios. Para Carlos Emiliano, este no es un punto de llegada, sino el inicio de una nueva etapa en la que seguirá demostrando que el deporte es, más que un juego, una pasión que inspira.





Conozca a Carlos Emiliano Pereyra Ortiz
Diciplina: béisbol
Posición: pitcher
Fecha de nacimiento: 2 de mayo de 2007
Lugar de nacimiento: Nuevo Casas Grandes, Chihuahua
Edad: 18 años
Programa: Licenciatura en Terapia Física y Rehabilitación
Campus: Instituto de Ciencias Biomédicas (ICB)
Semestre: primero
Peso: 85 kg
Estatura: 1.87 m