En la primaria, Denisse Jiménez Guzmán no jugaba con muñecas ni soñaba con castillos. Su obsesión eran los robots. Con apenas diez años, construyó las primeras piezas con cajas de pizza y un motorcito que le quitó al carrito de su hermano. No funcionó, pero la chispa de la curiosidad ya estaba encendida. Poco después, intentó fabricar un telescopio con tubos de PVC, vasos de unicel, espejos y lupas que desarmaba de todo lo que encontraba en casa. No fue un telescopio perfecto, más bien parecían binoculares, recuerda entre risas, pero eso le permitió mirar más allá del patio de su casa en la colonia Constitución, en el norponiente de Juárez.
Ese impulso infantil por entender el mundo —y la paciencia de una madre que no siempre veía con buenos ojos los radios desarmados o las lupas rotas— marcó el inicio de una historia que hoy la lleva a cumplir un sueño impensable: viajar a Taiwán con todos los gastos pagados para formarse en el área de los semiconductores, una de las industrias más estratégicas del planeta.

Junto con ella, también fue seleccionado Luis Ángel Ortiz Avilés, recién egresado de Ingeniería Física; Aarón Manuel Martínez Guillén, egresado de Ingeniería Mecatrónica y Evelyn Salgado Martínez, estudiante que cursará el séptimo semestre de Ingeniería en Materiales. Los cuatro son orgullosamente UACJ y forman parte de los 22 alumnos del estado de Chihuahua que fueron elegidos para esta experiencia.
El programa se desarrollará en Taiwán del 2 de septiembre de 2025 al 26 de enero de 2026 e incluirá capacitación en IoT (Internet de las Cosas), semiconductores de película delgada, electromovilidad, entre otros temas de frontera tecnológica. Una parte se cursará en una universidad taiwanesa y otra en el Instituto Industrial de Investigación y Tecnología (ITRI), uno de los centros de innovación más avanzados del hemisferio.
La invitación surgió a través de la Secretaría de Innovación y Desarrollo Económico (SIDE), mediante su dependencia, el Instituto de Apoyo al Desarrollo Tecnológico INADET, que lanzó la convocatoria para jóvenes ingenieros. Los aspirantes tuvieron que aplicar, presentar documentación, un examen y una entrevista.
“Para mí este curso es crucial, porque lo que viene en los próximos 20 o 30 años en el mundo —inteligencia artificial, equipos de cómputo, electrodomésticos y automóviles inteligentes— dependerá cada vez más del uso de semiconductores y sistemas computarizados”, explica Luis Ortiz.
Él, al igual que Denisse, reconoce que la UACJ ha sido la base de todo. “El plan de estudios de Ingeniería Física me gustó muchísimo, fue bastante completo, con doctores y maestros de altísimo nivel que siempre nos impulsaron a aprender más y desarrollar nuestras habilidades. Entre ellos el Dr. Juan Francisco Hernández Paz, que siempre nos apoyó, sobre todo en temas de semiconductores y materiales”, destaca.
El Dr. Erwin Martínez Gómez, director del IIT, señaló que el tema de los semiconductores no es nuevo para la institución, ya que desde hace varios años se ha trabajado en la actualización de planes de estudio para incorporar áreas estratégicas como semiconductores, electromovilidad e inteligencia artificial. Actualmente, dijo, la universidad se encuentra en la etapa de implementación de cursos, diplomados y equipamiento para fortalecer la formación en estos campos.
Destacó también la calidad de la planta docente e investigadora, que participa en paneles de discusión a nivel federal, estatal y regional, lo cual permite mantener a la UACJ al día en las tendencias globales.

En cuanto a la estancia de estudiantes en Taiwán, el Dr. Erwin subrayó que se trata de “una puerta más de varias que están abiertas para la formación y capacitación de personal especializado, en este caso, alumnos”, lo que refuerza el compromiso institucional con la preparación de talento en áreas clave para el futuro.
Los cuatro futuros profesionistas viajarán con todos los gastos cubiertos: hospedaje en dormitorios universitarios, alimentación, cursos de idioma y hasta un estipendio diario. Antes de partir, han recibido preparación en inglés y continuarán con cursos de chino, además de historia de Taiwán.
Aunque la madre de Denisse dudaba al principio en dejarla ir tan lejos, terminó convenciéndose de que era la oportunidad de su vida. Ella sueña con dedicarse a investigación y desarrollo, quizá en las maquiladoras taiwanesas instaladas en Ciudad Juárez.
Luis también se visualiza en su ciudad natal. “Me veo aquí, retribuyéndole a mi estado con lo que aprenda allá. Me gustaría trabajar en la industria de semiconductores o en electrónica, y en un futuro cursar un posgrado”, dice convencido.
Para Aarón y Evelyn, al igual que para Denisse y Luis, este viaje significa un salto de escala: pasar de las aulas universitarias al escenario donde se decide el futuro de la tecnología.
Así, cuatro jóvenes juarenses —hijos de la UACJ, de familias que creen en la educación como motor de cambio— viajarán miles de kilómetros para confirmar que los sueños que nacen en un patio con piezas de cartón y motores de juguete pueden transformarse en ciencia de clase mundial.
