Estudiosa, responsable, comprometida y humana, así se autodescribe Rosalinda Guerra Juárez. Con una trayectoria de 56 años en la docencia y una vida llena de pasión, empeño y compromiso, la maestra fue galardonada con el Premio a la Docencia en Enfermería “Elizabeth Salamanca Gardea Cabral” 2025.

Este reconocimiento se le otorgó el 17 de mayo por el Colegio Regional de Profesionales en Enfermería de Ciudad Juárez. Al recibir este premio, uno de muchos, expresó su gratitud: “Primero se me vino a la mente mi madre. Ella nos sacó adelante. Agradecida con su esfuerzo, con Dios y la oportunidad de mi trabajo y profesión. También pensé en los cambios que ha pasado la enfermería y la evolución de la ciencia”. Además, recordó muchas experiencias que han enriquecido su vida y la huella que ha dejado en sus alumnos.
Su trayectoria profesional
Se ha desempeñado como partera y en áreas como la Materno-infantil, Ginecología y Gineco Obstetricia. “Tratar a los demás como me gustaría que me trataran a mí” es el principio ético que siempre ha llevado en su profesión.
En 1966 inició sus estudios en la Licenciatura en Enfermería General, finalizándola en 1969. Ha sido instructora en el Hospital Universitario, en la Escuela de Enfermería de la Secretaría de Salud, en la Cruz Roja y en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Monterrey, Nuevo León. En la Ciudad de México se preparó en El Centro Médico Nacional. Tiene una Maestría en Ciencias de la Enfermería en la Facultad de Enfermería en Monterrey, misma de la que es egresada. “Me apasionó más la docencia”, agregó.
En 1982 llegó a Ciudad Juárez para sembrar semillas que impulsarían la profesionalización de la enfermería. Después de comenzar su legado en la frontera, la Ingeniera Sandra Luz Hernández, invitó a la maestra Rosalinda Guerra Juárez a ser docente en la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ). Expresó con orgullo que “desde 1994 soy docente en el Programa de Enfermería de la UACJ”. Además, en el año 1997 hasta el 2002 se desempeñó como coordinadora del programa en Enfermería en esta casa de estudios.
Rosalinda Guerra Juárez no solo es una docente de tiempo completo, sino que sembró la semilla que daría lugar a la creación de la Licenciatura en Enfermería en la UACJ. Fue el momento en el que a finales de la década de 1990 inició el proceso de profesionalización de esta disciplina en la frontera. En el 2002 se fundó. Hoy es el segundo programa con más alumnos de esta casa de estudios. Ella observó que los programas de enfermería se expandían en el país, por lo que se preguntó “¿y por qué nosotros no lo tenemos la licenciatura en enfermería?”.

Con respecto a las investigaciones en las que la maestra Rosalinda Guerra ha contribuido, se encuentra su participación, en dos ocasiones, en el International Nursing Network (INN) hablando sobre enfermería laboral. También ha sido autora de cuatro libros:
- Colostomía, una esperanza de vida (2022). Este fue traducido a cinco idiomas, entre ellos italiano, inglés y portugués
- Retos de profesionales de enfermería ante el turismo medico (2018)
- Evidencias éticas de enfermería (2016)
- Competencias de enferemeria en la atención de urgencias obstétricas (2013)
Ha compartido su conocimiento en la Ciudad de México, Veracruz, Durango, Sinaloa, Guanajuato, Yucatán, San Luis Potosí, Cuba, entre otros.
El motivo que la convirtió en enfermera
La historia de la maestra Rosalinda Guerrero ha sido marcada por su vocación y pasión, sin embargo, una experiencia personal también marcó su rumbo profesional. Su padre padeció cáncer de páncreas. “Lo cuidaba en el hospital. Me tenía que vestir de blanco para cuidarlo. Veía como las enfermeras lo cuidaban. Creo que ahí nació mi interés por la enfermería” .
Resaltó que “la enfermería no es solo vocación, es disciplina, es dedicación. Hay que estar a la vanguardia, ser participativos”

La importancia de reconocer la labor de los enfermeros
Ella ha resaltado la labor y trabajo de los enfermeros ya que en el principio la enfermería era una etapa doméstica, después vocacional para pasar a ser una labor que complementaba al médico, y en la actualidad ya es una profesión. “Hoy las instituciones se encuentran reconociendo la labor de los enfermeros” .
Expresó que se encuentra orgullosa de sus alumnos “creo que siempre estamos aprendiendo de los alumnos”.
“Un enfermero no se forma solo aprendiendo a inyectar. Debe optimizar recursos y prevenir accidentes. Vamos a darle apoyo a aquella persona que se encuentra en el hospital. Esta ahí las 24 horas, los 7 días de la semana, los 365 días del año. Es un ser humano que está en riesgo y que debe de cuidarse», por ello invita a que las personas reconozcan su trabajo y lo respete.
¿Qué le diría a la Rosalinda del pasado?
“He vivido una etapa bonita, en la que se trabaja en equipo con apoyo de jefes, compañeros y familia”.
El reconocimiento de los alumnos le deja una gran satisfacción. No solo se enfoca en formar profesionales, sino también se preocupa por el alumno. “Tenemos que enfrentar los retos”, les recuerda. “Es importante cuidar a los alumnos, hay que conocer sus necesidades”.
Con orgullo y entusiasmo, compartió que le gustaría ser recordada gratamente: “creo que todo lo que hacemos es por el bienestar de los profesionales de enfermería. Saber que dejamos una huella positiva”, así lo puntualizó una mujer que ha sembrado una gran historia en la enfermería en esta frontera y en esta casa de estudios.