Acuarelas, lápices, carpetas, muchos colores, y a la par realidades complejas acompañan la exposición nombrada “Encierro y libertad” en el marco del Foro Nacional de Migración. Las piezas de arte fueron expuestas en el vestíbulo del Teatro Gracia Pasquel, ubicada en las instalaciones del Instituto de Ciencias Biomédicas (ICB).
Eugenia Hernández Sánchez, profesora investigadora de IADA comentó que esta exposición es el resultado de un taller de aproximadamente 5 años. “Nunca las habíamos expuesto. Es la primera vez que las mostramos”. El taller ha sido impartido en albergues que acogen niños migrantes, una dinámica que se ha realizado desde el 2004. Los materiales se les proporcionaron a los niños dejando que libremente plasmaran sus sentimientos, sin embargo, dentro de ese color y textura manifestaron la forma en la que viven el fenómeno migratorio. Nunca se les mencionó la palabra migración, sino que de manera inconsciente dieron a conocer su manera de ver los problemas.
20 piezas conforman la exposición. Se destacó que las obras de arte de los niños se deben resguardar y manejar con ética, así como apreciar las realidades con respeto.
Las piezas de arte invitan a apreciar, desde la voz de los niños y niñas, a través de las imágenes que ellos han elaborado con sus propias manos. Este detalle promueve la perspectiva humana de un fenómeno que está en boca de la sociedad: la migración. De esta forma el público puede acercarse de una manera amena y creativa a las realidades de los autores de las obras.
La deportación de niños, niñas y jóvenes es el eje central. Es una problemática real e histórica. Hernández Sánchez puntualizó, con base en su experiencia y cercanía a niños migrantes, que “cuando veamos a un migrante hay que tratar de ser empáticos porque sus circunstancias son intensas, antes de juzgar hay que darnos el tiempo de conocer las circunstancias”.