Analizar y compartir temas en relación con el desarrollo del temperamento poblacional en la frontera fue el eje central del Primer Foro sobre Cultura y Personalidad en el Norte de México, llevado a cabo el 22 de noviembre en la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ).
El foro se realizó en la sala Francisco R. Almada del Instituto de Ciencias Sociales y Administración (ICSA), donde a 20 alumnos de la licenciatura en Psicología se les concedió este espacio para presentar sus ensayos finales apegados a casos de la asignatura Cultura y Personalidad.
“Se trataron de cuatro mesas de trabajo en la que estudiantes, durante 45 minutos, desglosaron investigaciones en relación con el desarrollo de la personalidad en la zona norte”, así lo dio a conocer la maestra Alejandra Orozco Irigoyen, profesora adscrita al mencionado programa.
Ciudad Juárez de todos, ciudad de nadie, por Catherine del Valle Torres; Identidad fronteriza, por Mario Sebastián Hernández Zendejas; Fenómenos culturales en Ciudad Juárez: La familia juarense, por Leslie Gabriela Carlos García; Maromas y taloneadas: El mariachi y su legado en Ciudad Juárez 1990-2021, por Wendy Guadalupe Valdez Gómez, fueron algunos temas que se abordaron en el evento.
“Nos conocen como los que estamos dispuestos a abrirle la puerta a las demás personas, sin necesidad de conocerlas. Los que ayudan por servir, sin pedir nada a cambio”, expuso la alumna Leslie Gabriela en su ensayo Fenómenos culturales en Ciudad Juárez: La familia juarense.
Añadió que algo que nos caracteriza “es la alegría”. No obstante, el también “como nos catalogan culturalmente, como en dichos y costumbres, está el que no tranza, no avanza”.
Dijo también que al mexicano se le identifica por “regatear todo: el querer a mejor y a un bajo precio”.
Asimismo, reflexionó que, por desgracia, la sociedad de este país suele utilizar palabras que “lastiman y denigran a la mujer, ya que la mujer tiene que ser la madre, la esposa, la sumisa y la abnegada; la que tiene la obligación de ser esposa, compañera, cariñosa para ser aceptada en una cultura que la hace menos”.
También habló sobre el papel que juega el hombre, en el que se le ha determinado como “el que puede hincarse, doblarse e incluso agacharse, pero nunca puede rajarse; esto sería una ofensa para él, ya que se le señalaría como cobarde o débil”.
“Nos falta mucho que aprender. Como sociedad tenemos la obligación de conocer nuestra cultura, y no solo por encima, debido a que somos muy poco cultos porque no nos inculcaron la cultura. En cambio, tenemos el hábito de estar con el teléfono”, culminó la alumna Carlos García.